El gran entrenador del mundo que es el argentino Rubén Magnano fue finalmente abrochado por Carlinho desde la CBB y dirigirá a Brasil en Turquía 2010. La idea de los dirigentes norteños es que se siga un proyecto que desemboque en un pìco de rendimiento de esta confluencia de generaciones para pelear el oro en Río de Janeiro 2016. Pero se demuestra que mantenerse en el país verdeamarelho no es para cualquiera. Moncho Monsalve, el español que logró el triunfo en el Pre-Mundial de Las Vegas puede decirlo; fue un gran triunfo aplastante luego de años en los que Brasil ni figuraba en las definiciones de los torneos internacionales. Sin embargo fue cambiado por una serie de cuestionamientos que se le hacían.
De todas formas Rubén se asegura de poder anclar en medio de una buena generación y tras un proyecto serio y de largo alcance.
Firmó un contrato por dos años, con posibilidad de extenderlo hasta 2016, cuando se jugarán los Juegos de Río de Janeiro. "Es un gran desafío", dijo el DT campeón olímpico en Atenas.
Pavadita de jugador le tira Carlinho al nuevo DT
"Brasil cuenta con excelentes jugadores, dentro y fuera del país. Voy a viajar y conversar con ellos para saber cómo está cada uno y cuáles son sus objetivos", afirmó el entrenador, quien si bien firmó un contrato hasta el preolímpico de 2012 podría seguir hasta Río de Janeiro 2016, en función de la evaluación de los resultados obtenidos que haga la Confederación Brasileña.
Magnano se va a quedar en Brasil durante los doce meses (del año) y va a ayudar al desarrollo de nuestros proyectos. Comenzamos una nueva fase y vamos a mantener al baloncesto brasileño entre los mejores del mundo", dijo eufórico nuestro amigo Carlinho, el presidente de la CBB, Carlos Nunes.
Ese tema fue decisivo para optar por Rubén Magnano ya que se criticaba a Monsalve, quien no residía en Brasil y sólo viajaba al país unas pocas veces por año para ver algunos partidos de la Liga y para las concentraciones.
Se puede dar en el próximo mundial de Turquía un cruce entre el seleccionado brasileño y la Argentina a la que Magnano contribuyó a llevar hasta los niveles más elevados del básquetbol mundial.
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