Será esta noche en el Centro Comercial de nuestra ciudad que se recibirá en la noche de hoy al grupo de neutrales presididos por Fernando Stagnari que vienen en gira por el Litoral explorando la posibilidad de recibir apoyos para su proyecto de nueva organización de una Liga Uruguaya que está a priori consensuada con los clubes de Montevideo. Esto no está tan seguro pero ha logrado Stagnari recibir señales mínimas de que se le respetarán las posiciones que cree inmodificables en sus planteos, a la cabeza del grupo de dirigentes que siguen intentando un básquetbol profesional de todo el país.
Es importante en estos casos, el tratar de abrir la cabeza lo más posible y escuchar con la mejor disposición de conciliar posiciones para que la estructura resultante sea la mejor posible. Nosotros creemos que hay puntos muy positivos en estos planteos y que otros pueden ser más discutibles, generalmente por el tema de desconocimiento que suele atacar los planteos capitalinos en cuanto a realidades deportivas que desconocen.
A mí me parece que la cuestión hace a algunas preguntas fundamentales para las partes en forma previa al comienzo de las conversaciones. Y luego de ello una serie de preguntas, tal vez las decisivas para el éxito o fracaso de un nuevo proyecto, a formularse en forma conjunta por parte de toda la dirigencia nacional en nuestro deporte, además con el entendido bien claro de que los proyectos implican también caminos para sortear la estructura de decisiones de la FUBB que tiende a paralizar en beneficio de pocos, los cambios que puedan sugerir los muchos. Al menos en los últimos 15 años lo veo así y creo que eso fue lo que sucedió con el primer intento de Liga Uruguaya, diseñado desde el interior del país e impuesto por el Dr. Castillo casi como condición para que 5 clubes de Montevideo se sumaran. Duró un año y al siguiente se adueñaron de su nombre y se metieron todos juntos nuevamente en un supuesto “Clasificatorio” que era temporal pero se ha quedado como la parte central de una competencia que no tiene más nada de Nacional y mucho menos de estructura de “Liga”.
Esto no va dicho para cobrar cuentas de ningún tipo porque creemos que la intención de todos los dirigentes es la de hacer lo mejor. Sucede que a veces la estructura desdeña a esos buenos dirigentes, la mayoría en mi concepto, en Capital e Interior del país. El problema es la estructura de asamblea con voto calificado para un grupo de clubes que terminan respondiendo exclusivamente a sus intereses y así matan el posible desarrollo en un país donde tampoco es fácil, aún si se hicieran las cosas de la mejor manera posible.
Las preguntas que yo me hago hoy son, para la gente del básquetbol salteño:
¿Es importante que haya al menos un equipo en la Liga Profesional desde nuestra ciudad y departamento?
La respuesta es sí, desde mi punto de vista, en beneficio de toda la población, la que hoy juega a nuestro deporte en la ciudad, muy acotada a unos dos mil deportistas entre los cuales los mejores tienen que emigrar hacia otras ciudades para enrolarse en equipos que continúen su desarrollo. Pero también y fundamentalmente para el resto de la población que hoy no ha conquistado el básquetbol, replicando la realidad nacional (y también capitalina donde esto es todavía más notorio). Son esos niños de todos los barrios que en la experiencia LUB 2004-2005 inundó los barrios de Salto, también los de Paysandú, Fray Bentos y Mercedes. Los que volvieron a jugar en los balcones, en los árboles, con aros improvisados y pelotas hasta de fútbol. Esa masificación solo es posible si existe la élite exitosa y muchas veces se pone en falsa oposición con el deporte profesional. No existe deporte masivo en ninguna ciudad del mundo que no se desprenda de la brillante actividad profesional en el vértice más alto de la organización deportiva. Por eso más que nunca la respuesta es SI.
¿Es la Liga Salteña responsable de intervenir para que haya un equipo profesional en la ciudad?
Mi respuesta es un no rotundo. La Liga Salteña y sus dirigentes son los que tienen en sus manos sostener la actividad más importante que es la de los clubes productores de jugadores, los clubes formadores de personas y las selecciones salteñas, además de la difusión, masificación y mantenimiento del brillo y penetración que ha logrado la Liga Salteña local, además de su evidente liderazgo en la zona litoral para posibles crecimientos en niveles no profesionales en materia de competencia. Cuidemos a estos dirigentes, son muy buenos y son pocos. Lo que hacen lo logran con mucha seriedad y responsabilidad pero además con la aceptación de todos.
¿Hay personas capaces de desarrollar una experiencia de equipo profesional en una Liga de esas características?
Creemos que sí. La prueba es que aparecieron en el momento inicial, en Mercedes con el Independiente inicial, en Paysandú sin dudas y en Salto con aquél proyecto inicial de Salto Uruguay. El tema es cuando pretende recurrirse a los dirigentes que ya están en actividades no profesionales. Esos creen que está mal ganar dinero en el deporte, que hay que tratar de no pagar, que hay que buscar “mangazos” en lugar de generar un producto deportivo vendible. Esos corren a los capaces, los alejan para siempre y la prueba está a la vista en nuestro pasado reciente, en Paysandú y Mercedes, con nombres propios que juran jamás volver a esa actividad que, sin embargo, habían desarrollado en tan buena forma.
Preguntas para quienes vienen a proponer la nueva estructura
¿Se puede asegurar una estructura que acepten los clubes de diferentes partes del país, si es que puede asomar competencia deportiva fuerte para los clubes de Montevideo? ¿Están conscientes en Montevideo de que si pierden con otros equipos del país no se puede cambiar estructuras sino que hay que mejorar deportivamente?
Yo creo que eso es difícil. Está bien inspirada la gente que intenta esta nueva estructura pero debería poderse escribir, votar y firmar cosas acordadas en función de la experiencia anterior donde luego todo se ha cambiado por intereses, siempre en contra de los equipos del interior del país. Una buena cuestión a establecer para que las cosas finalmente salgan.
¿Está bueno el nuevo proyecto?
Sin duda. Sigue siendo una estructura federativa, no con formato de LIGA pero de todas maneras parece reconocer el error del año 2004 cuando se cambió la fecha a la del Federal antiguo y se amontonó todo tipo de clubes que no pueden ser profesionales en el famoso y fundidor Clasificatorio.
Los problemas más grandes serían los de no superponer ni empobrecer las competencias ya existentes en Salto y Mercedes/Dolores. Apostar a mejorar la integración de Anastasia y Nacional de Fray Bentos y fortalecer la actividad local de la Liga de Paysandú que hoy no está tan bien. Si la propuesta logra encastrarse dentro de estas competencias, el beneficio será para todos y no solo para las posibles estructuras profesionales resultantes. Leemos que en Mercedes esto se ve como el principal problema por un tema de fechas. Yo creo que puede ser la principal fortaleza y no es difícil respetar todas las fechas, con pequeños retoques.
¿Es fácil llegar a acuerdos? ¿Se puede generar algo en el Litoral dentro de este proyecto?
Sin duda no es fácil, además del miedo que genera y de la mala prensa, a mi juicio totalmente equivocada, que se le hace a las experiencias profesionales anteriores. Pero además creemos que es un requerimiento de la organización deportiva en este país. La disyuntiva es, tarde o temprano, jugar un torneo profesional o desaparecer de los niveles mundiales de básquetbol (como sucede con otros deportes). Si el camino es tratar de meter en una única competencia a todos los que quieran, probablemente sigamos de fracaso en fracaso. Pero si se logran acuerdos mínimos, si se conforma un grupo de trabajo en alguna Institución de nuestro medio, de las más preparadas a nivel dirigencial (no hay solo una), se podría lograr meter la competencia ya existente para que el que juegue profesional haya hecho el camino deportivo previo que se requiere en cualquier país del mundo, ganando torneos que lo “suban de nivel” para hablar en el lenguaje de los chicos de hoy; toda la estructura deportiva va a mejorar y Salto es el que está mejor parado del país para beneficiarse deportivamente, culturalmente y también a nivel de deporte social y para todos. Ojalá quienes lo entienden, que son muchos, no disparen de estos planteos por miedo a quedar enganchados en malos proyectos. Continuará.