Por una Liga Profesional

Transcribimos a continuación una nota que publicamos hace 9 meses en Diario El Pueblo de Salto, que tira el tema sobre la mesa, una vez más, de la errática organización del deporte en nuestro país, en este caso particular el básquetbol:

La ausencia de un plan y una lógica determinada para desarrollar las competencias, así como la vieja creencia de que el deporte debe ser organizado por los viejos clubes, las viejas ligas y todo los que arrastramos de nuestros éxitos pasados, lleva a la situación actual. Nos referimos a lo que implican las diferentes competencias, a todas luces insuficientes, desiguales y costosísimas en la relación entre lo que se gasta y lo que reciben los que gastan como desarrollo deportivo.
El último partido de Universitario en el Torneo Regional de Ascenso es un ejemplo claro. No más de 6 o 7 expectadores, un viaje de punta a punta de nuestro país, incluyendo equipos periodísticos, etc, para ese tipo de partido que se juega para cumplir, con diferencias marcadas de antemano, sin que haya necesidad de desarrollo táctico o de técnica personal como para que se pueda hablar, aunque más no sea, de un progreso en los más jóvenes. Se pierde calidad, se pierde interés, se desarrollan vicios típicos del viaje deportivo mal encarado y, lo más importante, todo esto lo financian 3 o 4 esforzados dirigentes que ven como toda su lucha se va perdiendo sin recibir nada, lo que los lleva casi siempre a dejar de trabajar para el básquetbol, en este caso.
Es una verdadera limitación al progreso de nuestro deporte, para departamentos más desarrollados como el nuestro e incluso para algunos como Maldonado (el del ejemplo) que han vivido años de básquetbol de “escuelas municipales”, que han sustituido a los clubes y por lo tanto los han hecho desaparecer. Es otro tema del que oportunamente deberemos ocuparnos porque es la forma que se ha elegido para nuestro deporte en muchos departamentos (Treinta y Tres, Cerro Largo, Tacuarembó, etc).
Pero, desde la opinión de los entrenadores, ¿se puede mejorar más nuestro nivel de juego a través de entrenamientos y mejora de los conocimientos de nuestros colegas?. León Najnudel en Argentina, un día se sintió tocando el techo en tanto que entrenador y dedicó buenos años de su carrera profesional a mejorar la estructura competitiva para que pudiera mejorar el nivel del básquetbol de su país. Fue una gesta muy ambiciosa, aprendida en España durante su pasaje por el CAI de Zaragoza, que le llevó a pelear en su país, cuestionadísimo por la dirigencia del momento y por los que hoy están todavía en algunos cargos. Pero a la larga logró el cambio y Argentina logró conquistas históricas, además de federalizar su deporte y masificarlo, llegando hasta los más pequeños y modestos poblados.
En nuestro país se ha discutido y logrado jugar una primera Liga Uruguaya que se disputaba en esta misma época del año basada en principios de organización modernos y desarrollada desde el interior del país hacia la capital (y no a la inversa). En Salto sabemos lo que fue del punto de vista del crecimiento explosivo de nuestro deporte. Pero duró un año. Al segundo año desde Montevideo se cambió la fecha de disputa, se la llevó a la misma duración que el torneo “Federal” de Montevideo, la misma época de disputa y el mismo tipo de estructura de dirección: los votos de los clubes, semana tras semana en sesudas reuniones de “Consejo” donde adivinen quienes tienen la mayoría absoluta, en los hechos diluyó la Liga; se incorporó a los 4 equipos del interior que ya quedaban (comenzaron 5), y se le cambió el nombre al viejo Federal que se siguió disputando tal cual pero ahora con el nombre de Liga Uruguaya de Básquetbol.
Para seguir desarrollando esta visión en próximas notas dejamos planteada la inquietud: ¿no se puede retomar los procedimientos iniciales, ahora que el Litoral vio la respuesta de público, y organizar una Liga Profesional afiliada a la FUBB por el mecanismo que prevén los nuevos estatutos?
El tema es que si seguimos así vamos a seguir perdiendo gente valiosa que ha dejado la vida por el básquetbol salteño, como la habrá en otros departamentos, y que cuando logra zafar, ve acercarse una persona que le hable de proyectos dirigenciales y se niega sin escuchar. El que se quema con leche…

De esa forma se planteaba un problema que salta ahora a la realidad, cuando se busca hablar con la gente más capaz para organizar equipos: todos tienen un "No" debajo del brazo sin siquiera escuchar planteos.-
Ojalá podamos replantear una discusión sabia y, transcurrido el suficiente tiempo de evaluación de uno y otro camino, reconocer el error cometido en 2004 para atender necesidades políticas de muchos clubes de Montevideo, que así se aseguran ser Cabeza de Ratón. En este caso pretendemos construir el León entre todos y luego pelear por ser su Cabeza, pero siempre todos serán una parte del León con participación igualitaria. Además no se llevarán los Tigres el dinero generado