Connecticut se impuso en la gran final de la NCAA a Butler (53-41) y conquistó su tercer título histórico desde su excelente defensa; Butler perdió por segundo año consecutivo en la final y ahora parece que se queda sin figuras de recambio para seguir intentándolo.
Kemba Walker, con 16 puntos lideró a los Huskies a su undécima victoria consecutiva y fue proclamado MVP al tiempo que Jim Calhoun se convertía, a los 68 años de edad, en el entrenador más veterano en lograr un título de campeón universitario logrando ingresar al grupo reducido de entrenadores con al menos tres títulos de la NCAA junto a cuatro mitos como John Wooden, Adolph Rupp, Mike Krzyzewski y Bobby Knight.
El sueño de Butler parecía posible mientras duró la primera parte, que terminaba igualada en 19 puntos hasta que se reservó para sí la última bola Shelvin Mack, metiendo un triple sobre la marca que dejó el 22 – 19 parcial favorable a la pequeña universidad de apenas 4.000 habitantes. Luego del descanso, Calhoun pareció encontrar las palabras de motivación adecuadas para que UConn despegara en la ofensiva ymetiera un parcial de 22 – 6 en el primer tramo del segundo tiempo : 41-28 que pareció sentenciar el partido, aunque Butler estuvo con posibilidades siempre hasta los dos minutos finales. Pero la cerrada defensa que logró incluso una estadística récord en tapones para la NCAA con 10, impedía todo gol de Butler en la pintura y tampoco entraron los triples del segundo tiempo. Así se fue consolidando la victoria final de 53-41, avara en el goleo pero muy disfrutada por las más de 71.000 personas que pudieron conseguir lugares en el escenario de este partido.
Butler no tuvo su noche milagrosa y, al igual que no pudo con Duke en la pasada temporada, este año perdió su final ante UConn con la anotación más baja en una final desde la implantación del reloj de posesión. La cifra del 18.8% de acierto de cancha parece demostrar todo lo mal que le fue en el tiro a Butler esta vez, pero solo si no vieron el partido porque los que lo vimos sabemos que esa defensa forzaba esos tiros y UConn merece el crédito también por su trabajo conmovedor en la parte de lucha que tiene este deporte. Los sistemas ofensivos de Butler quedarán dignos de estudio aunque esta vez no funcionaron, a través de una sucesión de movimientos de dos hombres con pases “mano en mano” a una acalambrante velocidad y con reacciones para poner los picks en movimiento por parte de Matt Howard que nos subyugaron durante todo el torneo. Esto fue neutralizado igualmente y a UConn ahora los méritos.
Las actuaciones individuales de Kemba Walker (16pts y 9reb), Jeremy Lamb (12pts) con goles fundamentales para estirar la diferencia y Oriakhi (11pts) encargado de los goles internos, sobresalieron en un trabajo de grupo muy bien llevado por Jim Calhoun desde el banco.
En la gran final, Shelvin Mack fue el más destacado por Butler con 13 puntos.
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