Desde que Carlos Cabezas se afincó en Málaga no paró de hacer goles y de batir records, en aquella època sin triples. Es que venía de las formativas de El Faro, ya desaparecido, con un paso por Liverpool de Segunda de Ascenso (contacto de su hermano Hugo, excelente puntero cuando estos existían). Pero el equipo de Carlos fue Neptuno, donde había que llamar a licitación para hacerse de una pelota y tirar: de un lado Tomás Comte y del otro el temperamental Cabezas. Su fama en el concierto basquetbolístico de la zona de Andalucía le proporcionó la posibilidad de formarse como entrenador y de trabajar en divisiones formativas de muchos equipos. Pero el traspaso de su hermano Hugo desde Estudiantes de la Plata fue la base inicial para un negocio de venta de autos en Málaga, que hoy es el sustento principal de las familias Cabezas. Después vino la familia, los hijos y Carlitos (o Carlititos), sufriendo la pasión de Papá cuando tenía apenas 5 años. Cuenta la leyenda familiar que le pedían que alcance algo y el padre lo hacía venir con deslizamiento defensivo en la cocina, o en el comedor, a veces con un simple destapador. Más allá de la exageración, el temple ganador y la veta "charrúa" de Carlitos hicieron que trascendiera desde joven en la Selección Nacional Española, metiendo triples en el instante final de varios partidos, tirando la última en todos sus equipos, llegando a consagrar a la llamada "generación de oro" española con un campeonato Mundial de juveniles, ganado en el último instante con su triple tan seguro.
Siempre ganó más que lo que podía ofrecerle la NBA y eso lo hizo quedarse en España, ganando todo con el Unicaja, aunque este año parecía que daba el sí a las franquicias que lo tentaron. Sin embargo apareció el Khimki ruso, equipo especializado en superar ofertas NBA y se robó al más chiquito de los Cabezas (por lo menos para nosotros desde aquí). El dinero es muy bueno y la apuesta deportiva sigue siendo en el primer nivel mundial FIBA. Por esto lo disfrutamos, imaginando al hoy "rellenito" jugador de nuestra vieja época con una sonrisa serena. Un gran tipo, una gran familia y además un gran jugador. ¿Cuál de los dos? Carlos Cabezas por supuesto...Los dosssss!!!
A continuación lo que aparece en ACB.com
El base malagueño ha afirmado que "estoy muy ilusionado con el proyecto deportivo que me ha presentado el Khimki. Es un club ambicioso y que no para de crecer". Además, añadió que "el liderazgo de Sergio Scariolo y la presencia de jugadores como Raül López, Jorge Garbajosa o Carlos Delfino es una garantía de éxito"
Encontrarse junto a tantos jugadores de habla hispana seguro que "me ayudará mucho a integrarme en la ciudad, en el club y en una liga tan distinta como la rusa". En global, Cabezas valora esta experiencia como "una gran oportunidad para seguir madurando a todos los niveles. Estoy muy agradecido al Khimki por hacerlo posible".
El fichaje de Cabezas coincide en el tiempo con el Raül López, a quien el malagueño conoce muy bien. "Llevamos enfrentándonos desde que teníamos 14 años y ganamos juntos el mítico oro del Mundial Júnior de Lisboa. Por eso me hace mucha ilusión que volvamos a ser compañeros. Espero formar con él una de las parejas de bases más competitivas de Europa y empezar a demostrarlo en el Eurobasket con la Selección", afirmó.
Scariolo, clave en la decisión
La presencia de Sergio Scariolo en el equipo, ha sido determinante. "Él ha sido clave. Disfruté muchísimo durante los cinco años de Sergio en Málaga y espero seguir mejorando como jugador a sus órdenes. Me identifico con su forma de entender el baloncesto". También tuvo palabras de elogio para Jorge Garbajosa: "Me motiva mucho jugar de nuevo al lado de Jorge, que es un ganador".
Sobre los retos de la temporada, su opinión está clara: "Intentaremos desafiar el poderío del CSKA. Estamos preparando un equipo muy poderoso. El Khimki ya demostró el año pasado que está muy cerca de ellos", afirmó Cabezas.
Encontrarse junto a tantos jugadores de habla hispana seguro que "me ayudará mucho a integrarme en la ciudad, en el club y en una liga tan distinta como la rusa". En global, Cabezas valora esta experiencia como "una gran oportunidad para seguir madurando a todos los niveles. Estoy muy agradecido al Khimki por hacerlo posible".
El fichaje de Cabezas coincide en el tiempo con el Raül López, a quien el malagueño conoce muy bien. "Llevamos enfrentándonos desde que teníamos 14 años y ganamos juntos el mítico oro del Mundial Júnior de Lisboa. Por eso me hace mucha ilusión que volvamos a ser compañeros. Espero formar con él una de las parejas de bases más competitivas de Europa y empezar a demostrarlo en el Eurobasket con la Selección", afirmó.
Scariolo, clave en la decisión
La presencia de Sergio Scariolo en el equipo, ha sido determinante. "Él ha sido clave. Disfruté muchísimo durante los cinco años de Sergio en Málaga y espero seguir mejorando como jugador a sus órdenes. Me identifico con su forma de entender el baloncesto". También tuvo palabras de elogio para Jorge Garbajosa: "Me motiva mucho jugar de nuevo al lado de Jorge, que es un ganador".
Sobre los retos de la temporada, su opinión está clara: "Intentaremos desafiar el poderío del CSKA. Estamos preparando un equipo muy poderoso. El Khimki ya demostró el año pasado que está muy cerca de ellos", afirmó Cabezas.
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