Una vez más la LUB va “a menos”

De PASALA

Ese es el tema con la forma de decisión que mantiene la FUBB como organización sin fines de lucro. La asamblea está diseñada para una mayoría de clubes que se maneja por los votos calificados (antes era el Federal lo cual da más o menos los mismos votos) consideran que el que quiera jugar al básquetbol en este país tiene que hacerlo metiéndose en su estructura. Cuando ésta se resquebrajó y los equipos uruguayos cada vez eran menos, los jugadores también y el territorio se reducía cada vez más hacia la costa y las costas Oeste, casi se genera un cisma en la Federación Uruguayapara lograr que se votara un Consejo de Neutrales.

De PASALA

La ida de Germán Paz de su cargo de Presidente, sin haber intentado seguir en ese embrollo, la negativa reiterada del actual Presidente Castillo que tuvo que esperar unos cuantos meses para que se dieran determinadas condiciones que consideraba necesarias y los resultados malos o peores de los equipos seleccionados o a nivel de clubes en el concierto internacional reflejaban hacia donde iba el básquetbol uruguayo. Entonces se inició una patriada deportiva desde el interior del país, con un gran esfuerzo de muchos entrenadores, de la capital y de cada lugar desde donde hacían magia para mantener vivo nuestro deporte, y se intentaba diseñar una competencia profesional fuerte y de carácter nacional. Además se planteaba engancharla con una serie de niveles de competencia que fueran desarrollando cada zona según su nivel de posibilidades y generando condiciones para que se planificara un crecimiento del básquetbol en todo el país a través del brillo que lograra su competencia profesional. 

¿Pero y en Montevideo qué dicen? Era la pregunta que se formulaban en cada rincón del país. No importaba lo que dijera Montevideo, o sus clubes enfrascados en una pelea para ir “a menos” en todo; claro que decían cosas del tipo de “nosepuede”. Imposible hacer una liga con equipos del interior. “No existen” decían algunos más drásticos que ahora lo desmentirán. 

 El esfuerzo del Cuerpo de Neutrales presidido por Castillo fue derribando barreras hasta que salió. Cuando finalmente tomó forma aquél torneo diseñado desde el interior del país, todos esos escépticos decidieron jugar. 

Todos pudieron. Y ganó uno de allá. ¿Quién no recuerda el triunfo de Defensor Sporting sobre la hora ante Paysandú? Pero fue casi. la Liga Uruguaya
Entonces para la segunda liga, viendo que sí podían los equipos del interior, se formó un bloque de equipos de Montevideo que ímpidieron jugarla en las fechas pautadas. Ellos querían que todos los de Montevideo jugaran, repartiendo los recursos que generaba aquél sistema entre 17 en lugar de entre 10. Además no había porqué proteger al interior entonces tenían que jugar la final los dos que llegasen, no como en la 1ª edición. Sorpresa enorme cuando en lugar de proteger al Interior se vio que la protección era para los de Montevideo, ya que jugaron aquella segunda final dos equipos del Interior: Salto y Paysandú. Este cronista y seguramente quienes lean Diario El Pueblo recuerdan cada minuto de aquella gesta.

Sería muy largo enumerar las cosas que sucedieron entonces para aquella tercera liga, llevada al tiempo de disputa de los Federales, con todos los equipos que integraban los Federales y con la propuesta negociada por Montevideo de renovación temprana del contrato de Gerenciamiento y Televisación, incluyendo cesión Merchandising, Publicidad estática y publicidad en el rectángulo de juego, en el aro y hasta en el nombre del Torneo.

En la fecha en que se jugaba la primera liga generaron un torneo Metropolitano de Montevideo que ocupó el espacio y llenó todos los huecos. En el entorno de 10 equipos más de la capital eran fomentados para “asegurar la silla”.

Resultados conocidos: fueron cayendo de a uno los equipos del Interior, cayeron todos quienes ascendían en algún Regional ya que se abría una distancia cada vez mayor entre el más alto escalón de Liga Uruguaya y el siguiente, debajo de la mitad de la escalera, desde el que se toma impulso para llegar a la LUB.

¿Esto confirmó que aquellos tenían razón? Entonces no se podía…

Nosotros pensamos que se hizo todo para que no se pueda. Y ahora quedan prácticamente en el mismo lugar en que se encontraba el nivel de nuestro básquetbol local antes de la primera liga: con una elite de jugadores muy caros que se desarrollan en el extranjero, sin crecimiento en infraestructura y sin adaptación de nuestras competencias a la realidad mundial.

En la reunión de Liga del miércoles se habó de dos ruedas todos contra todos, no se aclaró si se mantiene el doble viaje al Interior de los equipos de Montevideo. Suponemos que esa promesa será cumplida. Pero el Presidente Martínez habló al salir del salón y dijo que se votará la semana que viene si se cumple la otra promesa, la de 3 extranjeros para los clubes del interior. Las fichas mayores quedaron de la misma forma (7, de las cuales 2 pueden ser extranjeros) y nada de una más para equipos del interior.

Aparentemente se han fijado como fecha límite la semana que viene para que Ferro, Anastasia y CADER de Rocha acepten o declinen la propuesta de jugar la LUB.

No la vemos, aunque no nos parece que haya que entregarse.   

Pero de nada vale que este grupo de Neutrales se esfuerce en buscarle la vuelta, y vaya si le han buscado, para difundir la idea de un crecimiento deportivo, para generar competencias nacionales, para facilitar los desarrollos regionales. No hay caso. La mayoría el martes decidió una forma de disputa y “el equipo del interior que quiera jugar va a tener que aceptar esa forma”. Es la misma que el año pasado con algunas cosas para peor. Se cae la ilusión, con horas de trabajo en pos de una propuesta que pueda ser aceptada, horas de viaje para un lado y otro, entrevistas solicitadas en empresas y sponsors planteando una presencia salteña que estaba diseñada de una forma que hoy parece no ser posible. Increíble.

El lector sabe que no estamos de acuerdo con la forma que se ha dado la llamada Liga Uruguaya, como lo saben todos en el ambiente del básquetbol. Pero no se puede sentarse en nuestro club y esperar que nos diseñen el torneo que pretendemos. La vida de un club es la competencia y a través de su crecimiento deportivo podrá influir más o menos sobre la cuestión organizativa que, en nuestro país, está absolutamente abandonada por el estado.

Yo tenía la ilusión de que hubiese habido un quiebre en la mentalidad centrista de “jugar algo que yo pueda y que todos vengan a mis posibilidades”. Pero por lo visto caminamos otra vez  hacia un empobrecimiento de la actividad en nuestro país. Así que a trabajar otra vez, desde el Interior para jugar algo que aquí se pueda jugar.

Todavía confío en alguna gestión que puedan hacer los neutrales pero tan solo en la gestión. Me resulta difícil creer que se consiga una votación FUBB para cambiar estas noticias.