Vimos cómo, finalmente, Boston Celtics cerraron la serie dejando afuera al favorito de todos en esta temporada de la NBA. Cleveland dependía de una confirmación por parte de Lebron de sus características de jugador extra categoría. Lo es desde el punto de vista del juego y la plasticidad artística y goleadora del mismo pero, a la luz de lo que uno ha visto de otros superestrellas históricos, todavía no logra transformar su presencia en garantía de desequilibrio para los momentos decisivos de los partidos decisivos. Es joven todavía y habrá que verlo en integraciones más completas y aplicadas a sus diferentes funciones específicas alrededor del héroe. Cleveland no tiene esa química de equipo "alrededor" y menos lo logró la incorporación del ex Shaquille O´Neil, por recordar al que antes desequilibraba.
En el partido en cancha de Boston, Lebron metió dos triples para ponerse a cuatro puntos sobre el final pero pasó las dos siguientes bolas para que Anderson Varejao definiera, un brasileño típicamente de rol en esa estructura NBA. Además fue Shaq defensivamente sobre Garnett que lo "pintó" en esas ofensivas finales.
El triple doble de Lebron no fue similar al que dos partidos antes había establecido Rajon Rondo para Celtics. No por culpa de uno u otro sino por el acompañamiento de los entornos de equipo. Además Cleveland perdió 22 pelotas, lo que en la ciudad de Boston es lapidario. Este gran equipo verde no perdona y no lo hizo en esta serie. A pensar en las finales. Para Lebron vienen definiciones importantes, ante el interés irrefrenable por contratarlo por parte de los Knicks de New York.
No hay comentarios:
Publicar un comentario