El sistema de localías se transformó en algo inocuo para los intereses de ambos equipos. Hasta este partido ganaba cualquiera, o sin cualquiera, el equipo visitante en los tres episodios que dieron inicio a esta serie. La historia continuó así, al menos esta noche. Es que da la sensación, lo hemos dicho hasta el cansancio en nuestros análisis de sistemas de juego para uno y otro equipo, que la cancha más amplia en lo ancho por sobre todas las cosas, favorecía claramente la mayor velocidad horizontal o “ancha” que el equipo de Círculo Sportivo recibía como premisa de juego por parte de su entrenador Jorge Castagnaro. Esto obligó a un rediseño que ya se vio en el tercer juego, cancha de la U, donde Círculo fue un poco más avaro con el tiempo de posesión y logró bajar los goleos, declarando su entrenador que les “tiene fe” a sus muchachos en scores de 80 puntos. El 115 – 105 de la segunda final retumbaba aún en las cabecitas azulgranas.
Por el lado de la U, la reincorporación de Ariel Blanc podía solucionar un montón de cosas que hacen a la inteligencia para el juego, a la comprensión de los momentos del mismo y a la rápida respuesta que desde la cancha tiene que aparecer, en ese ratito que media entre que el rival nos pone algo nuevo como desafío y el entrenador nuestro lo ve y diseña un antídoto. Ese ratito en play off finales no deja tiempo para esperar el próximo entrenamiento. A veces ni siquiera la próxima charla. Anoche fue la U quién bajó el goleo, jugó posesiones más largas y cambió muchas cosas en su forma de decidir los cierres de cuarto y de partido. Y mientras Blanc estuvo entero físicamente, su cabecita guió las demás cabecitas en forma magistral, logrando que todos busquen un pase adicional, que la pelota no quede tanto tiempo quieta contra el piso en el lugar de cada perimetral.
Todo está abierto. Castagnaro tiene que buscar una forma de insertar en cancha a Eduardo Avellanal sin que su defensa colectiva sufra en los emparejamientos (ese problema es el que le quitó minutos al base en este último juego). Se nos ocurre que va a ser muy importante encontrarle la vuelta para que Avellanal esté jugando los momentos calientes de partido. La dupla Giacometti – Etchenausse volverá a encontrar un hueco para desequilibrar en el juego por el eje de cancha. Universitario tiene un gran margen de mejoramiento todavía por el lado de Leo Félix, el que ayer recibió más que otros partidos en las posiciones en las que debe hacerlo, al igual que Cervieri, no tanto para forzar situaciones de decisión ofensiva sino para usufructuar de la distribución de pelota que llega a través de otros.
Una fiesta, llena de gente, en un clima totalmente pasional pero amistoso, deportivo, con una gran organización y el enorme mérito de mostrar una vez más al país que la Liga Salteña de Básquetbol fue de gran trascendencia histórica para Uruguay en cuanto a este deporte. Pero también lo sigue siendo, cada vez más y con un futuro difícil de determinar en su techo. Felicitaciones a todos. Después uno solo ganará y tendrá su festejo exclusivo al interior de la Institución. Pero el resto ya ganamos todos. Más de lo que esperábamos y justo es reconocerlo ya que no fue generación espontánea. Aquí hay gente que trabajó en los clubes y en la Liga para esta realidad. El festejo anticipado va para toda esa gente, la que está calladita disfrutando y mirando que nada falte, que todo salga bien. Ellos saben quiénes son. Por suerte hay muchos en nuestro Departamento y en éste básquetbol.
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