Cuando nos referimos a la Liga Salteña de Básquetbol estamos hablando de cada club, cada dirigente, cada entrenador, delegado, jugador o simplemente aficionado y colaborador en cualquier nivel de los posibles, dentro de esa estructura que rige los diferentes torneos del básquetbol salteño. Luego de un año maravilloso, con grandes competencias a nivel de mayores, con dos mil personas en las tribunas de más de un partido en semi y finales del torneo, con importante cantidad de jugadores jóvenes que siguen proyectándose, alguien se reúne en otro lugar y, desde el desconocimiento y la desinformación, nos consta que no hay ninguna mala voluntad, diseña torneos en las fechas y estructuras que la Liga Salteña desarrolla con tanto éxito. Nos parece una situación enojosa que no debería dejarse crecer porque luego no habrá retorno y así se generan los desencuentros que después traban el desarrollo del deporte. Si se pretende que los equipos clasifiquen desde Salto a una instancia superior, el ideal es que sea a través de la Liga que se procese esa clasificación. Lo mismo sucede con la de Soriano, también muy fuerte aunque con otro perfil de jugadores, y en menor medida con la Liga de Paysandú.
En el mundo el sistema que garantiza el desarrollo hacia abajo de la estructura parte de un muy buen espectáculo deportivo profesional (en el que están los menos pero los que pueden estar) y derrama a través de los sistemas de clasificación nacional, regional y local. En otras palabras, a la muy buena estructura de la Liga Salteña se le puede agregar la clasificación de dos equipos a la instancia superior (en este caso algo intermedio con la Súper Liga proyectada) y sumaría un gran incentivo a la propia competencia local, al esfuerzo de algunos equipos para lograr esos niveles y a la tira de formativas que tendría entonces una razón de ser mucho más clara en el horizonte para volver a aquellas tardes de más de 150 chicos por club que nos atrajo la Liga Uruguaya cuando era eso mismo, una Liga Uruguaya (primeras tres ediciones). Falta mucho análisis pero yo desterraría desde el vamos las famosas “invitaciones” a jugar.
Por el contrario, si hay que invitar para hacer un nuevo Campeonato Profesional, invitemos a los que nos parezca están en mejores condiciones, pero también en Montevideo. Y de esa manera saldría algo por debajo de la Liga Profesional que también puede ser aprovechado para el desarrollo por gente tan capaz y tan dedicada como los Alejandro Menoni y su gente. Por eso nuestro llamado de atención. A los neutrales de la Liga y a los clubes salteños.
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