Fue una buena ocasión para los salteños de ver en acción a uno de los grupos más promisorios de la última etapa en cuanto al básquetbol formativo celeste. Tienen, además, la suerte de jugar su sudamericano como locales en Trinidad. Es decir que juegan en nuestro país, cosa que sucede muy de vez en cuando. Esto motiva que se le brindan facilidades a este grupo que no tienen a veces las selecciones que tienen que viajar a jugar afuera. Además de estatura, hay en este grupo muchas promesas, incluyendo muy buenos jugadores, entre los que destaca el base Parodi de Hebraica y Macabi con su origen en Pelotaris de Paysandú. Este chico que da los dos años de ventaja en la categoría es realmente un placer para el espectador, al igual que muchos de sus compañeros. Otra figura ascendente es Cocochito Alvarez, el buen jugador de Trouville que ya tuviera importantes minutos en cancha durante la última Liga. El equipo celeste debutó perdiendo con Wanderers de Paysandú y luego se recompuso ganando el domingo ante Nacional por 99 – 83.
El equipo sanducero se quedó con el "petit" Torneo al vencer en la final a Círculo Sportivo, mostrando grandes atributos para el próximo Integración, con la actuación estelar del “Pita” López (27pts) y la gran demostración de calidad de su base Gordienko (24pts), quien finalizara como titular del Paysandú BBC en la última Liga Uruguaya. Otros jugadores como “Naranjo” Soria y Santiago Da Rosa dan a este equipo una concepción de juego con experiencia de Liga que parece estar hoy un pasito por delante del resto de los equipos de la región.
Círculo tiene todavía mucho margen para mejorar, con Félix en recuperación y la incorporación, aparentemente ya acordada, de Robert Amaro como ficha nacional. De todas formas vimos un gran desorden de juego, pocas veces exhibido por este equipo en los últimos tiempos, falto de idea colectiva y, lo que es peor, con grandes malhumores y desinteligencias dentro del plantel.
Problemas que están de más
Una acción lamentable se produjo en el último cuarto de un partido ya definido y que era televisado, cuando el entrenador de Círculo ordenaba un cambio para sustituir a Pereira y éste, al salir, insultó con gran ampulosidad a su coach. Cuando se sentó, Wilfredo Ruiz lo fue a increpar y llegó a haber agresiones mutuas, con un gran revuelo provocado entre los demás jugadores que intentaban contener al técnico. Luego siguió el lamentable incidente con insultos y discusiones subidas de tono entre familiares de Pereira y el técnico Ruiz, lo que empañó el torneo, el carácter de homenaje que éste tenía y la buena intención de generar espectáculo basquetbolístico, transmitido por televisión a toda la región. Una lástima y una característica de este chico Pereira que parece estar desdibujándose desde mediados de la temporada pasada y que recuerda lo sucedido hace unos días en la capital sanducera en ocasión de unos amistosos ante PayCap. Tampoco estuvo feliz la reacción de Ruiz, un hombre con vasta experiencia en las canchas, aunque no como entrenador, pero que debió priorizar la compostura de un jefe de grupo por encima de la reacción de bronca que seguramente guió sus actos. Es que, si pretende seguir como entrenador (se nos informa que está haciendo el curso de la ENE-FUBB) va a tener de estas un montón.
En cuanto al jugador cabe una reflexión: cuando en muchos problemas suscitados se repite el protagonista, es conveniente tratar el tema a tiempo porque este chico, buen jugador y de buena historia dentro del Club, debe reflexionar y encaminarse para que no se arrastre con estas actitudes a toda una Institución.
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