SALTODEPORTIVO

lunes, 25 de mayo de 2009

Salto espera que Ferro diga que sí a tiempo pero...


En Salto está la disposición, están las ganas, está el apoyo de la gente, está la historia y está la capacidad. Lo que todavía no está es el acompañamiento suficiente y seguro de un respaldo de sponsorización para convencer a los dirigentes de Ferro de arriesgar una participación. 
Es que la modificación del proyecto de Liga Uruguaya, procesado en 2004 por mayoría de clubes de Montevideo en el Consejo, generó nuevas condiciones que provocaron la imposibilidad de financiar proyectos profesionales en el Interior de nuestro país. Esto no fue comprendido, lamentablemente, por autoridades que hubiesen podido influir en aquél momento, ni por los propios clubes del Interior del país que no debieron aceptar esta nueva forma propuesta desde Montevideo por quienes, apenas un año antes, proclamaban la imposibilidad de jugar una Liga Nacional. Ante el surgimiento de ésta impusieron una serie de condiciones retrógradas que impidieran cosas, además de superponerla con el Torneo Federal, que nada tenía que ver en esta aventura organizativa. 
Así la financiación de aquellos proyectos originales fue variando hasta que lo que antes vendían los clubes ahora lo vende la empresa dueña de los derechos televisivos (y del gerenciamiento del básquetbol y del merchandising, y de...menos la camiseta y sudadera de los jugadores, casi todo lo demás). Esto sin que haya un aumento sustancial de las sumas que aportan a los pilares del negocio que son los clubes. Es así que se reserva el trabajo honorario y en beneficio del "básquetbol" a dirigentes de clubes y de FUBB cuya tarea consiste, en la mentalidad instalada en el ambiente de nuestro deporte, en la búsqueda de Mecenas que financien un club de la misma forma en que otros pagan un caballo de carreras, o apoyan a un corredor de autos o motos. Este formato parece el único posible para un básquetbol que, de esta forma, solo se desarrollará en los ambientes en donde estos adinerados con posibilidades de financiar un equipo viven o trabajan. Nunca será en los barrios más populosos y nunca será en las ciudades de economía más complicada. Pero de todas formas siempre aparecerán, en la visión de estos verdaderos "desorganizadores deportivos", instituciones "serias" que puedan mantenerse fieles al concepto interesado de la seriedad que ellos pregonan. Mantenerse a todo costo, tirarse a una empresa deportiva profesional bajo las condiciones más amateurs que se conozcan en el mundo, generando así el espectáculo profesional que otros venderán, y no hará falta más nadie que trabaje gratis. Todo el resto gana, empezando por la estructura de básquetbol que debería ser financiada por otros recursos y potenciada por el brillo de la competencia mayor. Los agentes de jugadores que se reparten una cifra cercana al 10 % de los presupuestos de sueldo que generan todos los equipos sumados, un grupo privilegiado de jugadores que establecen diferencias de competitividad, cantidad de partidos internacionales y desarrollo individual en el alto rendimiento que resultarán inigualables para el resto de la masa de jugadores.   Luego la empresa que compra ese "básquetbol" del que debería ser socia y en cambio lo rebaja, le impide su competencia con el fútbol y el carnaval, ante quienes históricamente siempre se posicionó muy bien, sin entender que su beneficio de pantalla televisiva (lo único que por estatutos fundacionales se puede vender a la televisión en toda otra liga profesional del mundo) depende del brillo y crecimiento de la élite que televisa, dejando para un desarrollo posterior todo lo que sea básquetbol barrial, social y segundos niveles semi profesionales. Y que la base de todo negocio de Liga es el negocio para sus dueños que son los clubes que puedan integrarse a tal actividad. Sin embargo en Uruguay se puede seguir comprando todo. El resultado es que las empresas que veíamos al inicio de la experiencia de liga en el centro de las canchas de básquetbol del interior del país hoy están en la pantalla y en la estática, o muchas veces también en las canchas, anexados estos rubros a lo que está vendido a la empresa por sucesivos contratos. El lector dirá que hay que ser creativo y buscar nuevas ideas pero... Suponga que los clubes logran vender, por ejemplo, una mascota en buenas cifras a importantes empresas. A la temporada siguiente tendrá dicha empresa la visita de la empresa dueña de los derechos ofreciendo un mejor menú publicitario abarcando los tres o cuatro deportes que tiene para emitir, por apenas unos 10 o 15 mil dólares anuales más. Así hoy faltan clubes de la primera hora, cuyos sponsors iniciales sin embargo siguen sí en el "básquetbol", pero en los medios de prensa que se despertaron por algún club y lograron sumarlos en inferioridad de condiciones; los representantes de los clubes desde dentro del básquetbol le jugaron en contra.    
Lo que nos parece increíble a quienes veíamos esta situación desde su propio nacimiento en 2004, es que los hechos reafirmaban nuestra posición, que no es otra que la que surje de la experiencia internacional y de la lógica de la organización deportiva que se ha ido desarrollando en el mundo. Léase bien: la LÓGICA que se ha desarrollado en el mundo y no la copia de otras organizaciones.  Todas las ligas exitosas tienen sustanciales diferencias entre sí, pero comparten una misma lógica de organización que va perfeccionándose a medida que suceden cosas y se pueden prever para futuras competencias.
Volviendo a la situación de Ferro: sigue buscando la certeza de unos fondos que permitan la conformación de un equipo competitivo y vendible, esperando llegar en tiempo a los límites que parecen definitivos para esta semana de mayo. 

El presidente Realini anunció estar en el 50 % de los fondos necesarios para anunciar la participación, pero nos consta que el trabajo de "sembrar" el proyecto entre numerosas empresas a nivel nacional puede dar respuestas en esta semana que precipiten una decisión favorable y Salto tenga equipo en el básquetbol nacional. Si esto no acontece, Ferro seguirá trabajando para el próximo torneo nacional, donde es casi segura su participación aunque sea otro formato o el mismo que hoy se plantea. También puede suceder que reciba respuestas positivas en un mes. En ese caso ¿tendrá tiempo de ser aceptado por la competencia? No se sabe. Las fuentes de Internet que se informan en la cantina de la FUBB están fuertemente sorprendidas por la "insolencia" de Ferrocarril de Salto que no ha cumplido con un supuesto plazo que, tiene "posta posta", debería haber ya vencido. 
Quizá Ferro debería pensar también en algunos "cuadros dirigenciales" destacados en dicha cantina, para lo cual este cronista desde ya se ofrece en forma gratuita. 
Aunque en esa seguramente se anotan varios.
Es que el amigo Sergio tiene allí una atención exquisita.  

                

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