Los Angeles Lakers son una franquicia ya mítica en la NBA, tras haber pasado por su historia algo de lo mejor de esta organización y del básquetbol mundial en su conjunto. Pero este equipo no se resigna a las fases cíclicas en las que, todos saben que tiene que ocurrir, un equipo se rearma y tiene ciertas debilidades deportivas durante al menos un par de temporadas. Su manejo gerencial se ha encargado hace unos pocos días de la renovación del contrato con Pau Gasol por una cantidad suficiente de años, como para que el español no sueñe con un cambio. A Kobe Bryant todavía le quedaba un año más en su anterior contrato de 24, 8 millones de dólares. El escolta de los Ängeles Lakers y figura mundial de nuestro deporte, de máxima penetración incluso en los niños que viven muy lejos, cobrará por un nuevo contrato de tres años una cifra aproximada de 90 millones de dólares.
El jugador de 31 años acabará su carrera deportiva en la franquicia que decidió ficharlo en 1996, tras el traspaso que acabó con Vlade Divac en Charlotte Hornets y Kobe Bryant en Los Angeles Lakers.
Esa costumbre de hacer las cosas con tiempo se repite esta vez y, teniendo en cuenta que también se había asegurado a principios de año a Ron Artest, solo queda renovar con Phil Jackson, cosa que está en duda de acuerdo a su elevado salario. Sin embargo manejar estos niños con un solo trompo no es para cualquiera y el que decida tomar el desafío cobrando barato tiene muy mal pronóstico de duración. En los Lakers lo saben y no me extrañaría que finalmente intenten conseguir una renovación con el ganador coach, preferido de las estrellas.
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