Ha sido este el más esperado durante años. Es que la creación de este deporte proviene de las universidades norteamericanas y allí se jugaba la final de su torneo cuando casi no estaba difundido ese deporte por el mundo. Es así que el Final Four de Indianápolis concita la atención de 71.298 espectadores sentados en el Lucas Oil Center. Y tiene la mayor sintonía de audiencia en su país, superando ampliamente a la NBA y sus finales. Esta vez llegó Butler, una Universidad tildada de “Cenicienta” del torneo pero que ganó 25 partidos seguidos para acceder por primera vez en la historia a un partido por el campeonato nacional. Para ello debió dejar en el camino a grandes equipos, como por ejemplo el rankeado nº 1 Syracuse cuyo técnico Jim Boheim fue nombrado Coach del Año. En semifinales liquidó a Michigan State de Tom Izzo, el colegio del que salieran estrellas como Magic Johnson. Sin embargo se topaba con Duke y su gigantón (Zoubek, 2.17) además de un par de tiradores infalibles y el completísimo alero chico de 2.04 Kyle Singler. Sin embargo el partido que vimos anoche fue maravilloso desde todo punto de vista.
En primer lugar por la concurrencia y el interés despertado, en segundo lugar por la característica de David ante Goliath que se habían encargado de describir la mayoría de los analistas y en tercer lugar porque a Goliath le costó hasta el final superar esos menos de 60 puntos que permite Butler, pasando a 61- 59 despues de haber sufrido un tiro de Gordon Hayward en la anterior y ordenando tirar a errar a Zoubek el segundo libre para que corrieran los 3 segundos y migajas que quedaban en el reloj del partido. Así y todo el asombroso Hayward tomó el rebote, dio dos piques y tiró casi desde el medio de cancha para que la pelota rebotara en ambos lados del aro antes de salir. Hubiese sido triunfo histórico de esta pequeña Universidad de tan solo 4200 estudiantes que por primera vez llegó al Final Four y también a la final del Campeonato Nacional de la NCAA.
La defensa de Duke también es buenísima y además tiene golero en la puerta del aro con este gigante que mueve tan bien sus piernas para forzar una falta ofensiva del oponente, como coloca su cuerpo para lograr tapones o desalentar trayectoria de tiro. Pero si eso es bueno lo de Butler es conmovedor. La gran capacidad de pegarse al hombre que sale cortinado, la respuesta táctica de los defensas del pivot que pone las cortinas, lejos o en el balón, y esa prodigación en las rotaciones defensivas + bloqueo en el rebote defensivo deberían verse detenidamente en cualquier curso de formación de entrenadores, pero también en etapas formativas de nuestros jugadores. ¿Cómo se logra esa intensidad? Me dicen que porque eligen y reclutan así pero este colegio del Estado de Indiana tiene en su equipo 11 jugadores que vienen de ese Estado, sin posibilidades de reclutamientos presuntuosos en los High Schools de toda la nación. Eso queda para Duke y tantas otras prestigiosas Universidades que tienen mucho más población y también más dinero para los programas deportivos (Duke tiene unos 15.000 estudiantes). El mejor jugador de anoche, uno que será seguro NBA, es Kyle Singler proveniente del estado de Utah. Hay 11 del plantel que vienen de fuera de North Carolina donde está ubicada la escuela (Durham).
Un regalo entonces para la vista de quien disfruta este juego. Entre las defensas y la posesión que dura, en el baloncesto universitario, 35 interminables segundos que Butler hace durar cada vez, el tanteador puede ser bajo y engañar a quién no vio el partido. Si tienen oportunidad veanlo porque ese es el mejor tipo de juego que podemos ver para mejorar.
El rendimiento individual se repartió mucho en ambos equipos pero destacamos una vez más al enorme jugador que es Singler en Duke (con un año más por delante) con sus 19 puntos y 9 rebotes, 2 asistencias, 2 tapas y un recupero. Jugó 40 minutos, al igual que Nolan Smith, demostrando una vez más que es muy difícil para cualquier entrenador en el mundo, rotar sus jugadores fundamentales en las finales. Hayward en Butler también jugó los 40 completos y no lo hizo Howard porque se puso en faltas tempranamente. Gran actuación que no quiero olvidar de Shelvin Mack en Butler. Pero hay que dejar acá porque me sigo acordando de cosas buenas para escribir.
Una lástima esperar hasta el año que viene para que haya otro marzo largo y loco como el que vivimos hasta hoy.
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