LUB
Luego de la contundente victoria de Defensor Sporting 3-1 sobre Malvín, hay que esperar hasta esta noche para conocer el rival de los tuertos en la final LUB 2008/2009. Parece un gran espectáculo, como para llenar el Cilindro Municipal otra vez, el que presentarán Biguá y Atenas, igualados en partidos ganados y cada cual con sus fortalezas y debilidades.
¿Qué se ha visto hasta ahora?
Partidos en los que se impone la estrategia de Atenas, pesando con sus jugadores grandes y priorizando la función del alero que cumple la función del 3. Por eso Signorelli utilizaba al salteño Federico Cámpora como inicial y, ante la lesión de este, colocó el último partido a Nicolás Barrera en esa función, muchas veces modificándolo hacia adentro para alternar el 3 con Darius Rice. Esta formación le dio resultados y pone en problemas defensivos a Biguá que inicia con tres jugadores chicos y Aguiar en la posición de 4. Esto mostrará la lucha táctica una vez más, en la que la primera incógnita será qué modifica García para contrarrestar el último partido exitoso de la zona ateniense.
Creemos que hay posibilidades de juego balanceadas entre uno y otro equipo. Parece además que los planteles tienen claro el reparto de virtudes y defectos que ambos muestran. El tema es, luego en cancha, quien se mantiene concentrado en esa lectura que está clara en frío pero que se desdibuja mucho bajo presión y con la urgencia de salvar el último escollo. Parece más fuerte y más pesado interiormente Atenas, más rápido y más eficaz en el juego exterior Biguá. Atenas tiene más plantel y la genialidad de Panchi Barrera. Biguá tiene extranjeros más apagados y trabajadores y parece aumentar su chance cuando los finales son apretados, por mayor inteligencia de juego. Atenas, en cambio, depende un poco del humor colectivo para llegar al cierre con alguna ventaja, cosa que sucedió las dos noches que le tocó ganar.
No somos Horangel ni Ludovica Squirru por lo cual no haremos pronósticos, desearemos suerte a los dos porque el básquetbol será el triunfador y cuando una serie llega a estos niveles, nos sentimos reconfortados cualquiera sea el ganador. Exceptuando los hinchas de Biguá y Atenas, eso está claro.
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